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MI CUENTA

Rutina de Práctica y Entrenamiento

Es muy difícil practicar o entrenar así no más, sin objetivos, sin intenciones, sólo por hacerlo, sólo por la disciplina, porque, asumámoslo, no todas somos tan auto-disciplinadas como podríamos serlo.

Y bueno, las que son, ¡FELICITACIONES!

Para las que no lo son, aquí va una rutina que creo les ayudará muchísimo. No necesariamente se debe hacer en una sesión, puede dividirse en distintos días o como tú prefieras. Yo la divido así (OJO: no necesariamente en ese mismo orden):

  1. La sesión técnica
  2. La sesión coreográfica
  3. La sesión de creatividad
  4. La sesión del estudio
  5. La sesión del entrenamiento
  6. La sesión de la planificación

¡Que no te suene terrible! No lo es. Como te dije anteriormente, puedes dividirla, o también eliminar lo que creas no necesitas actualmente. Es decir, con esa lista puedes hacer LO QUE QUIERAS =)

Eso sí, UN CONSEJO FUNDAMENTAL: la mejor manera de practicar, es con un objetivo en mente. De esa manera tus sesiones pueden ser medibles y tú progreso también. Aún cuando el objetivo sólo sea  DISFRUTAR AL MÁXIMO =)

1.       La sesión técnica

Esta misma sesión puede dividirse en dos:

–          Técnica oriental (o folklore, estilizado, tribal, fusión, etc.) Aquí es donde preparamos y educamos nuestro cuerpo para hacer lo que hacemos. Podemos decir que aquí practicamos, por ejemplo,  ondulaciones, disociaciones, giros, shimmies, técnica de brazos y manos, miles de etcéteras.

–          Técnica complementaria: ballet, hip hop, jazz dance, danza contemporánea,  etc., etc., etc. El uso de la técnica complementaria es total y absolutamente OPCIONAL y no necesariamente nos hará mejores bailarinas. Cada una debe decidir, después de informarse, si necesita o no una técnica complementaria. En esta etapa de la sesión, practicas lo aprendido en tus clases de técnica complementaria.

Realizando un taller de Velo – Concepción

2.       La sesión coreográfica: 

En esta etapa, claramente, haces y montas tus coreografías. Para esto puedes usar muchos métodos (No todas las bailarinas hacen coreografías):

–          La improvisación con la música: bailas y bailas con la música que quieres coreografiar hasta que sientes que ciertos movimientos manifiestan justamente lo que quieres interpretar. Yo recomiendo cámara… es típico que haces algo que te gusta y después no tienes idea de dónde salió ni cómo.

–          La improvisación desde otras premisas: No es necesariamente la música es  lo único que te inspire, también puede ser la letra escrita, pueden ser tus sentimientos, puede ser una fotografía, puede ser lo que soñaste la noche anterior, puede ser la canalización de tus experiencias, pueden ser tantas, tantas cosas…

–          La construcción de frases: a través de lo que has aprendido en clases/talleres/seminarios o lo que has visto en videos…

Cuando hago mis coreografías (yo combino la improvisación y la coreografía, para lo cual hago marcas coreográficas), para mí es importantísimo hacer un desglose musical de la pieza que voy a interpretar. Este mismo desglose me llena de inspiración: los ritmos, los instrumentos, la voz…

3.       La sesión de creatividad:

Creo que la creatividad está tremendamente subestimada en nuestra danza. Tenemos tantos referentes que muchas veces les copiamos los pasos, los movimientos y hasta las caras, olvidando muchas veces que, aunque ésta danza no nos pertenece culturalmente y tiene lineamientos específicos, sigue siendo un arte y, como tal, expresa nuestro mundo interno. Para ser más creativa, he estado leyendo al Coach de Creatividad para Artistas, Eric Maissel.

También he aprendido que para estimular la creatividad, es fundamental salir de la zona de confort y experimentar/escuchar/ver/sentir cosas totalmente nuevas y diferentes.

¡Creatividad explosiva!

  4.       La sesión del estudio:

Lectura, investigación, mirar videos, documentales, incluso escuchar música.

5.       La sesión del entrenamiento:

Nuestra danza, así como cualquier otra, necesita del cultivo del cuerpo. No para una imagen necesariamente, sino por SALUD. Necesitamos músculos y huesos sanos y fuertes. Para esto, cada bailarina elige qué hacer: cardio, tonificación, yoga, pilates, abdominales, sentadillas, caminatas, trote, ir al gimnasio, ¡muchas opciones! PERO POR FAVOR, si haces una rutina personal, asesórate de un especialista… he visto muchas lesiones producidas por hacer repetidas veces mal un ejercicio.

Entrenamiento físico en taller de Suhaila Salimpour (fotografía Marcos Oyarzún)

6.       La sesión de la planificación: 

Esta es sobre todo para profesoras, pero en realidad puede ser para cualquiera. Planificar las clases es fundamental para realizarlas. Es una de las cosas que sustenta nuestra enseñanza a largo plazo. Es lo que nos estructura el esqueleto de todos nuestros conocimientos y la manera paulatina en que los entregaremos. La planificación puede ser semanal, pero aconsejo hacerla por períodos de tiempo más extenso: meses, semestres, año. Créeme que es harto trabajo, pero se hace una sola vez y luego es fácil agregar, eliminar o flexibilizar contenidos.

¡Espero que esto haya sido de gran ayuda! Recuerda que si tienes alguna pregunta, siempre puedes contactarme.

Un abrazo en la danza,

Marwa.